La zona del Valle del Conlara ("Valle Hermoso" en idioma comechingón) es dueña de un microclima privilegiado y de una belleza inigualable. Comprende en su extensión innumerables balnearios enmarcados por frondosa vegetación, así como escenarios propicios para la práctica de actividades deportivas, e interesantes reservorios culturales.
El Valle del Conlara se encuentra entre las Sierra de Comechingones, al este, y las Sierra de San Luis, al centro-oeste. Encabezado por la deslumbrante Villa de Merlo, referencia de espectaculares espacios como Piedras Blancas, Pasos Malos y Rincón del Este.
Por el Camino de la Costa, el cual corre a la vera de la Sierra de los Comechingones, por Ruta Provincial Nº 1, se van descubriendo encantadores pueblitos y parajes constituyentes del principal itinerario del Valle del Conlara. Iniciando por Carpintería, Capital del Vuelo Libre; continuando por Los Molles y el magnífico balneario El Talar; llegando a Cortaderas- Villa Elena protectora de la Cascada Esmeralda y de los puestos La Cañada, San Miguel y Balcarce; alcanzando luego Villa Larca reconocida por el majestuoso Chorro San Ignacio; y dando finalmente con Papagayos y la fantástica Reserva de Palmeras Caranday; el trayecto va colmando de sensaciones incomparables.
Villa del Carmen y La Punilla surgen sobre esta misma vía dando su toque característico a este circuito, cuya propuesta puede sintetizarse en apacibles caminatas, fascinantes cabalgatas, turismo de estancia, agroturismo, turismo aventura, y avistaje de cóndores.
Otras localidades emplazadas sobre el Valle del Conlara llaman ampliamente la atención del turista. Entre ellas vale rescatar a La Toma, Capital Nacional del Mármol Ónix; a la veraniega y espiritual Renca; a la antigua y minera Concarán; y a las agropecuarias Tilisarao y Santa Rosa del Conlara con su fenomenal Parque Bajo de Veliz.
